lunes, 8 de enero de 2018

LA PROHIBICIÓN DE JUGAR AL AJEDREZ

La Historia.
A lo largo de la Historia el ajedrez ha sido prohibido por todas las religiones monoteístas (judía, cristiana y musulmana).
En países como Rusia, Francia, Alemania, Irán etc. también prohibieron su práctica durante alguna época, incluso los templarios ejercieron en algún tiempo esta prohibición.
Es curioso y creo que nos debería hacer reflexionar el porqué de esta persecución tan repetida en la historia.
¿Será simplemente que muchos no quieren que la gente piense?.
Entonces me pregunto... porqué el juego del ajedrez fue vetado en su historia...
Impactante ha sido especialmente la “Santa Inquisición”, que organizaba partidas de ajedrez viviente entre ciegos y las piezas (personas) se iban castigando mientras se iban “comiendo”.
Ahora no quiero perderme en detalles, pero sí hare un recorrido a través de los siglos, citando solo los casos extremos, pero no con la intención de asustar sino sacudir la mente de los que lean este articulo..
El ajedrez (shatranj) se practicaba como algo muy común después de la muerte de Mohammad en el año 642 d.C.
Pero, en el año 655, su yerno, el Califa Ali Ben Abu-Talib reprobó el juego en su secta de musulmanes debido a que las piezas tenían figuras de ídolos. En el año de 680 la regla 50ª de canónigos era interpretada como Ajedrez prohibido.
Pero lo divertido fue, que los mismos Califas lo jugaban y tenían jugadores de ajedrez dentro de su círculo de influencia.
Ahora hare un salto de unos dos siglos y nos situamos alrededor del año 810 D.C., cuando los jugadores más grandes del mundo eran conocidos y famosos y todos tenían poderosos Califas como patrocinadores.
De hecho, la palabra Gran Maestro fue introducida por el Califa al-Ma’mun en el año 819 d.C.
El ajedrez también fue tomándose en serio en la India, si bien era mal visto y menos tolerado. Hacia el año 900, se suscita un problema con jugadores que realmente apuestan todos sus bienes en encuentros de ajedrez.
El ajedrez se popularizó en Europa y muy pronto la mayoría del Clero dedicaba más tiempo al juego del ajedrez que a rescatar las almas.
Érase el año 1.100, cuando el ajedrez era aceptado como una característica regular de la vida noble de Inglaterra así como en otros países europeos por las clases altas de la sociedad, sin embargo, las mujeres eran excluidas de la práctica del juego.
Durante las cruzadas el ajedrez se popularizó, pero Alexander Neckam, un autor británico, condenó al ajedrez como algo frívolo.
Alrededor del año 1.200, los israelitas estaban seriamente envueltos en el juego del ajedrez, pero Rabbi Maimonides incluyó el ajedrez entre los juegos prohibidos.
Algo más tarde, también en Inglaterra, el Arzobispo de Canterbury John Peckham prohibió el juego del ajedrez y amenazó con condenar a todos los fieles que lo jugaran a una dieta de pan y agua.
En Alemania, el ajedrez fue prohibido definitivamente en el año de 1.310 después del Consejo de Trier.
Sólo después del Sínodo de Wurzburg en el año 1329, la prohibición fue aminorada en beneficio de los aficionados.
Por supuesto, Francia no podía quedar fuera de esta ordenanza y en consecuencia, el Rey Carlos V (1337 – 1380) prohibió igualmente su práctica.
Incluso, el Rey Carlos VI (1368 – 1422) de Francia continuó la prohibición del Ajedrez. Sin embargo, años más tarde dicha ordenanza perdió su razón de ser.
No obstante, a finales del siglo XIV el ajedrez se convirtió en un juego tan popular, que solamente pudo ser prohibido en escasos lugares.
En el año de 1.550, Santa Teresa de Ávila, una reformadora del convento español, menciona al ajedrez en sus escritos para ilustrar la relación existente entre la ética y el ajedrez.
Finalmente, las autoridades eclesiásticas en España proclamaron su patrocinio a los jugadores de ajedrez..
Pero siempre existen cabezudos entre los gobernantes.
En este caso fue en 1.551, el Zar Iván IV (1530 – 1584), Iván el Terrible, de Rusia que prohibió el ajedrez.
No pudo ser de otra forma, siempre se puede encontrar algo negativo en este mundo. Así ocurrió en Cremona (Italia), donde una plaga atacó la ciudad y más tarde todos los juegos fueron considerados diabólicos y causantes de los problemas que padecieron.
Volvemos a Rusia: todavía estaba prohibido en el siglo XVII. En el año de 1649, el Zar Alexei ( 1629 – 1676 ) encuentra a algunos súbditos jugando al ajedrez y ordena que sean azotados y encarcelados.
Dentro del marco de nuestra observación no podían faltar los puritanos, que – por sistema - estaban contra el ajedrez y desaconsejaban jugarlo.
Sin embargo, en este contexto tenemos que romper una lanza a favor de muchos líderes religiosos como Tomás Becket (Arzobispo de Canterbury), Charles Borromeo (Obispo de Milán), El Papa Gregorio VI, el Papa Inocencio III, el Papa Juan Pablo I, el Papa Juan II, el Papa Leo X, el Papa Leo XIII, el Cardenal Richelieu y Billy Graham (un predicador evangélico de los Estados Unidos).
Hubo quienes condenaban al ajedrez porque creían que dañaba la memoria y podía causar daños cerebrales y además contribuía a crear una mentalidad de mercenario de guerra.
Con anterioridad, Irán, bajo el gobierno del Sha, era el único país árabe que organizaba encuentros y torneos de ajedrez incluyendo la vigésima segunda Olimpiada de Ajedrez celebrada en Israel en el año de 1976 en Haifa.
Todavía en 1.996, el ajedrez y otros clubes fueron prohibidos en algunas escuelas secundarias en SALT Lake City, Utah, cuya mayoría de la Junta Directiva es Mormon
Dado que incluso los mormones disponen ahora de conexión eléctrica, suponemos que durante las tardes o noches ya nada puede impedir que disfruten de alguna partida de ajedrez, aunque sea sólo en interior de sus casas. Para verificar el tema, recomendamos una inspección in situ.
Al final, todavía facilitamos una triste noticia:
A pesar de los avances conseguidos por toda la Humanidad todavía existen algunos países orientales que sostienen que jugar al ajedrez sea un pecado.
Si, a pesar de todo, algunos mandatarios creen, que sus pueblos obedecen a las directrices en lo que se refiere como pasar el tiempo de ocio, están totalmente equivocados, al menos respecto a la práctica del ajedrez, que se ha convertido en el juego mental más querido del mundo.