La patraña es la base nocional para el entendimiento del alma individual y colectiva. En los últimos años fue suprimida de los diccionarios de psicología y reemplazada por un término que nada significa para los estudiantes y menos para los usuarios. De este modo las academias promueven la continuidad de los estudios para que ningún egresado pueda considerarse eximido de continuar actualizándose. “Patraña” y “quimera” no existen más. Delatan al anacrónico, al pasado de moda, al excluido de los círculos académicos. Ahora se dice “sesgo cognitivo”. ¿Te dice algo esto? Si te dice tendrás que aceptar que “Cristobalito descubrió América siguiendo su sesgo cognitivo”.
Redimite, anacrónico, no uses palabras fuera de moda y no les des a los enemigos de Cataluña un protagonismo que no tienen.
En efecto, el descubrimiento de América por Cristobalito es una patraña hoy y lo fue en los tiempos de su “descubridor”.
La economía del siglo XI en Europa se rigió por el trueque. En el siglo XII aparecieron toneladas de monedas de plata, muchas más que las suministradas por la exiguas minas europeas. La explicación está en que los Caballeros Templarios, antes de iniciar las cruzadas, llegaron a Potosí y con recuas de mulas cargaron el metal hasta su puerto en el Atlántico. El desembarco europeo se hacía en el puerto de La Rochelle. Los valientes y esforzados caballeros manejaban un código secreto que les prohibía considerar a América sin usar “sesgos cognitivos”. Potosí como otra cosa que un “sesgo cognitivo.” Redimite y entendeme. Si mirás el mapa que asciende y desciende de Terranova te darás cuenta de por qué los fenicios, judíos y vikingos viajaban normalmente a América sin “sesgos cognitivos”. Tiempo después el templario que violaba el secreto y batía a los rastrapaias el “sesgo cognitivo” lo pagaba con su vida. A tal punto que consideraban América como una tierra mágica que se alcanzaba por la oración de suficientes Padrenuestro en cubierta. Si no eran suficientes se desataría un temporal que los naufragara. El “sesgo cognitivo” funcionaba como verdadero en un tiempo en que no se conocía la “posverdad” y tantas otras patrañas de la epistemología de hoy.
No te creas que al almirante de la mar Océano le resultó fácil robar cartografía suficiente en Portugal y Mallorca dos siglos después que los Caballeros de la Orden habían sido “sesgados” al asador por el papa y Felipe El Hermoso. Diecisiete naves templarias escaparon desde La Rochelle y en Tenochtitlán fundaron un nuevo “sesgo divino” que se llamó Quetzalcóatl. Pero el “sesgo cognitivo debidamente terminado” requirió que los turcos cerraran la ruta de las especias a las Indias Orientales que hizo necesario un “sesgo cognitivo,“ patraña que requería a su vez la quimera de pensar un mundo redondo. Igualmente, la incipiente ciencia experimental aportó la inquisición al servicio de la religión para expropiar a los judíos y obtener los fondos para la navegación y la guerra marítima europea a gran escala.
La patraña no es fácil. La epistemología académica se completará tal vez un poco cuando el “sesgo cognitivo” se reconozca bajo valores empresarios, juegos de azar y conveniencia.
Por: Prof. Luis Wainerman