EL TEMPLE FUE, ES Y SERÁ UNIVERSAL
Cuando os hablen de orígenes y de herencia templaria debéis tener en cuenta siempre, que eso da lo mismo.
Los cantos de sirena se contrarrestan con argumentos sólidos. Con el criterio propio.
Nadie puede tener la exclusiva del temple ya que es un concepto contrapuesto a la esencia de su idiosincrasia.
La orden del temple es creada con un único motivo, con un sólo propósito. A través de la mística de las tres grandes religiones monoteístas de la época y bajo una creencia crística profunda ocupan el lugar de los grandes catalizadores del CONOCIMIENTO.
Bajo este axioma la obsesión del temple es la universalización. La filosofía del doble combate, del equilibrio entre nuestro interior y de nuestros actos bajo el parámetro de la HUMILDAD.
Ese es el origen y el final del temple. Un camino doble del conocimiento ancestral y del conocimiento de nuestro interior espiritual.
TODO LO DEMÁS NO VALE LA PENA.