viernes, 16 de noviembre de 2018

16 DE NOVIEMBRE DE 1384 - EDUVIGES I ES CORONADA COMO "REY"

16 DE NOVIEMBRE DE 1384
EDUVIGES I ES CORONADA COMO "REY"
(Hace 634 años)

Efemérides del día (Nº 152) – 16 de noviembre de 1384: en Polonia, Eduviges I es coronada como REY.
Santa Eduviges Andegaweńska, Reina de Polonia (1374-1399). La única mujer en el trono de Polonia. Joven, hermosa, inteligente… ¡podría haber tenido todo lo que hubiera querido!
Ella eligió el bienestar de sus súbditos y del país que gobernaba. Esta elección le dio estabilidad y prosperidad a Polonia por los siguientes cien años. Sin embargo, la Reina Eduviges fue más conocida por su gentileza, su valentía, su sabiduría y su cariño por sus súbditos.
Una Reina Europea
Eduviges Andegaweńska nació el 18 de febrero de 1374 en Buda; actualmente, Budapest. Fue la hija de los monarcas de Hungría y Polonia, Luis e Isabel de Bosnia. Por sus venas corría sangre de sus antepasados franceses, polacos, húngaros y bosnios.

En el siglo XIV la situación política en Europa del Este era bastante tensa. Los monarcas buscaban ensanchar los límites de sus países a través de batalles y lazos matrimoniales, que incluían el casamiento entre la descendencia de determinados aliados. 
Padre de tres hijas, el Rey Luis pensó de la siguiente manera: a la mayor, Katarzyna, le daría la corona de Hungría; a la del medio, María, la de Polonia y a la más joven, Eduviges, la predestinaría a “formar una alianza” con Austria, donde gobernaba la casa de los Habsburgo.
Los políticos polacos no estuvieron de acuerdo con la elección del marido de María, Segismundo de Luxemburgo, como rey y propusieron que fuera la joven Eduviges quien ocupara el trono. Ella iba a ser casada con un príncipe lituano, lo que contribuía al fortalecimientos de las fronteras con los Caballeros Teutónicos quienes constantemente exigían el pago de tributos a los gobernadores polacos. Esta unión también contribuirían a llevar el Bautismo a los lituanos. Pequeña, pero despierta y madura para su edad, la princesa no estaba muy contenta con el desarrollo de los acontecimientos.
Completamente comprometida con la causa, Eduviges trajo consigo a Wawel una ayuda especial para las dificultades que se estaban atravesando: un crucifijo. Un crucifijo negro, conocido también como “la Cruz de Eduviges”. El Crucificado fue su confidente y asesor y la consoló hasta el fin de sus días. El 16 de octubre de 1384, con 10 años de edad, Eduviges fue coronada como Reina de Polonia.

Una espina en el corazón 

A pesar de su coronación, su compromiso previo con el príncipe William de Austria seguía siendo importante para ella; el príncipe no le era indiferente a la reina y quería casarse con él. Fue muy difícil para Eduviges aceptar la decisión de los políticos quienes, aparentemente, querían sacarla a ella de Wawel. Buscando ayuda en su desesperación, la solitaria reina acudió al Obispo de Cracovia. Él le explicó que un matrimonio con el príncipe lituano Jagiełło era una invalorable contribución a la expansión del Cristianismo en Europa. Eduviges se dirigió a la Catedral para lamentarse y pedir ayuda. Mientras estaba rezando, aparentemente el propio Jesús le habló desde la cruz: “Haz lo que ves”, le dijo. La decisión, a pesar de las dificultades, fue evidente para Eduviges. El 15 de febrero contrajo matrimonio con el príncipe Jagiełło, bautizado con el nombre de Władysław, 30 años mayor que ella. Tres días después de la boda, Władysław Jagiełło fue coronado rey de Polonia.

Monarca bondadosa

Eduviges era una joven alta y de cabello rojo. En Europa ella era famosa no, únicamente, por su belleza, sino también por su agudo sentido de la diplomacia y su profunda devoción. Además de hablar polaco y húngaro con fluidez, también sabía latín, alemán e italiano. Era muy segura de sí misma y tenía una fuerte personalidad.
Ella se ocupó de llevar la fe a Lituania; para esto, organizó un collegium especial en la Universidad de Praga donde se pudieran formar los futuros príncipes de Lituania. Había “algo” en ella que conquistaba a la gente. Consiguió reconciliar a los Jaguelonianos que se encontraban en conflicto debido a problemas dinásticos en Lituania. Conocía de política y se encontró personalmente con líderes de naciones que le eran hostiles a Polonia para negociar y acordar condiciones para proyectos conjuntos.
Además de sus preocupaciones políticas, era muy importante para ella el bienestar de sus súbditos; fue así que fundó muchos hospitales e iglesias. Hay una leyenda ligada a la construcción de una de ellas: la iglesia Carmelita de la Bendita Virgen María “na Piasku” (ver en el mapa). Un día, cuando la reina llegó al sitio de la construcción, percibió que uno de los obreros estaba muy triste.
Esto realmente la conmovió y le preguntó cuál era el motivo de su pesar. Él le respondió y le contó acerca de las dificultades que estaba atravesando su familia: su esposa, madre de tres niños, estaba muy enferma, a punto de morir y, por otro lado, a pesar de su trabajo en la obra, él no podía afrontar los gastos del tratamiento. La situación de este hombre conmovió profundamente a la reina Eduviges, por eso ella se inclinó sobre uno de sus pies y arrancó el broche de oro de uno de sus zapatos para dárselo. Ella, sin querer, pisó sobre una piedra cubierta con cal fresca y dejó la huella de su pie allí. Cuando se fue, el obrero vio la huella sobre la piedra y la colocó en una de las paredes de la iglesia. Al día de hoy, se puede ver en una de las esquinas de la iglesia Carmelita en la calle Karmelicka, protegida por unas pequeñas rejas, la impresión del pie de la reina Eduviges.

Benefactora de la Academia de Cracovia

La reina Eduviges realmente se ocupó de su relación con Jesús e hizo todo lo que estuvo a su alcance para acercarlo a su familia y a sus súbditos. Rezaba mucho, se mortificaba también. Se comprometió con la propagación de la Palabra de Dios, invirtiendo en la traducción de la Santa Biblia y de los escritos de los Padres de la Iglesia para la Catedral de Wawel. Ella quería también que se alabara sin cesar con salmos al Señor así que fundó un colegio de salmistas conformado por dieciséis personas para que alabaran a Dios noche y día. En función de fortalecer las bases de la fe del Reino de Polonia, donó su fortuna a la renovación y expansión de la venida a menos Academia de Cracovia. Obtuvo el permiso del Papa para abrir un Facultad de Teología que colaboró con una rápida evangelización en el área del vasto imperio del reino polaco, del lituano y de tierras rutenas. El Departamento tuvo una gran influencia en el crecimiento académico de la universidad que, a partir de ese momento, fue reconocida en Europa y cuya reactivación ha supuesto un significado muy importante para la historia de Polonia. Fue allí, en la llamada Universidad Jagelónica desde el siglo XIX, donde cursaron sus estudios personalidades como Paweł Włodkowic, Mikołaj Kopernik, San Juan Cancio, Stanisław Wyspiański, Karol Wojtyła y el actual presidente de Polonia, Andrzej Duda, por nombrar algunos.

“Démonos prisa para amar a los demás…”

Eduviges y Władysław reinaron juntos por casi 13 años. A pesar de la gran diferencia de edad, ellos se entendieron perfectamente. Władysław realmente amaba a Eduviges quien, a pesar de las dificultades que atravesaron en el comienzo de la relación, también llegó a amarlo. Se respetaban muchísimo el uno al otro. El rey quería un hijo, un heredero. Eduviges dio a luz a una niña, Isabel Bonifacia, que luego de tres semanas, falleció. Dos días después, debido a complicaciones en el parto, a los 25 años de edad, Eduviges también murió. Su muerte fue un fuerte golpe para el reino y la noticia se propagó por toda Europa. La Reina fue enterrada en la Catedral de Wawle. Jagiełło, a pesar de haberse casado tres veces más, llevó el anillo que su amada Eduviges le había dado hasta el fin de sus días.

Una naturaleza única que permanece más allá del tiempo

La gente que recordaba la bondad y la excepcionalidad de la reina vinieron a la Catedral a fin de darle gracias a Dios por el don de su vida. Ellos también creyeron en su santidad y le pidieron su intercesión. Numerosas ofrendas en su tumba dieron testimonio de que su intercesión fue efectiva. Muy poco tiempo después de su muerte, comenzaron las diligencias para su beatificación, pero hubo ciertos problemas, de tipo económicos y políticos, que aplazaron el proceso hasta bien entrado el s. XX. Juan Pablo II la beatificó y más tarde, el 8 de junio de 1997, la canonizó en el parque Błonia, en Cracovia. Este evento fue muy significativo ya que, además, fue la primera Misa de canonización en tierra polaca. 

Recordamos a Santa Eduviges, patrona de Polonia, el 8 de junio.


Imagen:
Documento, firmado en Kreva el 14 de agosto de 1385
https://es.wikipedia.org/wiki/Uni%C3%B3n_de_Krewo…

AE