9 DE JUNIO DE 1311
EL ALTAR "MAESTÀ" SE INSTALA EN LA CATEDRAL DE SIENA
(Hace 708 años)
Efemérides del día (Nº 357) – 9 de junio de 1311: en la Catedral de Siena (Italia) se instala el altar Maestà.
La Maestà es una pintura al temple sobre tabla realizada entre 1308 y 1311, considerada la obra maestra del pintor italiano Duccio. Estuvo instalada inicialmente en la catedral de Siena, pero en la actualidad se conserva en el Museo dell'Opera Metropolitana del Duomo de Siena, excepto algunas tablas de la predela, que se hallan repartidas entre varios museos del mundo.
Se trata de un retablo de dos caras: en el anverso figura una gran escena con la Virgen y el Niño rodeada de ángeles y santos, junto a otras escenas menores, mientras que en el reverso se encuentran veintiséis escenas de la Pasión de Cristo, además de otros episodios en el ático y la predela.
Es la obra más importante de Duccio, quien logró conjugar en ella el dominio técnico con una gran sensibilidad en la ejecución de las escenas, que destacan por su preciosismo y su rico colorido, con los que logró un conjunto de gran belleza.
Maestà («majestad» en italiano) es la denominación de un tema iconográfico del arte cristiano medieval occidental que representa a la Virgen con el Niño entronizada, de forma similar al Theotokos bizantino. El término proviene de Maiestas Mariae («majestad de María» en latín), un concepto mariológico y de la historiografía del arte para referirse a la Virgen como trono del Niño Dios.
Duccio recibió el encargo para esta obra en 1308: el 9 de octubre de ese año se firmó el contrato entre el artista y el jefe de la comunidad de construcción de la catedral, conservado en el Archivo de Estado de Siena. El autor se comprometía a «pintar una determinada tabla para el altar mayor de la iglesia de Santa María de Siena», y a trabajar en ella de forma exclusiva «según su mejor ciencia y conocimiento». Sus honorarios eran de 16 soldi (sueldos) diarios, con una cantidad aparte para material y trabajos de carpintería. Se requirió al artista jurar sobre el Evangelio el cumplimiento del contrato y no tener intenciones de defraudar.
Se conserva un documento adicional que habla del reverso de la obra, que debía contener 38 escenas, por las que recibiría en pago 2,5 florines de oro por cada una, a razón de 50 florines como adelanto y el resto a la finalización del trabajo. Se menciona aquí la colocación de unos «ángeles pequeños» sobre la obra, lo que da a entender que sobre el ático debían colocarse unos bustos de ángeles, quizá con imágenes igualmente de Cristo y Dios Padre; actualmente solo se conservan cuatro, todos ellos fuera de Siena: KasteelHuis Bergh ('s-Heerenberg, Países Bajos), colección Stoclet (Bruselas, Bélgica), Museo de Arte de Filadelfia (Filadelfia, Estados Unidos) y Mount Holyoke College (South Hadley, Estados Unidos). Según diversos análisis estilísticos, el artista comenzó su trabajo por la parte superior, realizando los áticos frontal y posterior, y luego habría ido bajando, siendo la última pieza ejecutada la predela del reverso.
Catedral de Siena
El retablo de Duccio sustituyó en el altar mayor de la catedral de Siena a una imagen colocada allí unos cincuenta años antes, la Madonna del Voto, elaborada en conmemoración de la batalla de Montaperti (1260), librada entre Siena y Florencia en el contexto de las guerras entre güelfos y gibelinos. Durante la contienda los prohombres de la ciudad nombraron a la Virgen —que era patrona de la catedral— reina de Siena, por lo que, tras la victoria, se elaboró esa imagen como representación del juramento cumplido. De ahí que para la confección del nuevo retablo de Duccio se eligiese como imagen central a la Virgen entronizada, como materialización de su reinado sobre la ciudad de Siena.4
El 9 de junio de 1311 el retablo fue trasladado en solemne procesión desde el taller de Duccio hasta la catedral de Siena. Según un cronista de la época: «tras una solemne procesión por la Piazza del Campo la condujeron bajo un glorioso repique de campanas hasta la catedral; y todo ello en honor de la preciosa tabla. Los pobres recibieron muchas limosnas y nosotros rezamos a la Virgen, nuestra Santa Patrona, para que en su infinita misericordia nos guarde de todo mal, traidor o enemigo de la ciudad de Siena».
A causa de la especial relación de Siena con la imagen de la Virgen, la concepción de la obra y su colocación en la catedral se efectuaron con unos requerimientos particulares: las dimensiones de la obra comportaron un alejamiento de sacerdotes y fieles respecto a las imágenes del retablo, de forma diferente a la mayoría de retablos realizados hasta la fecha en la comunidad católica, de menores dimensiones y mayor accesibilidad para el público. La parte anterior del retablo, con su gran imagen de la Virgen y el Niño, se podía ver a gran distancia, y estaba pensada para los fieles que acudían a la iglesia; en cambio, la cara posterior, con escenas de menor tamaño, estaba reservada al clero.
Fuente:
Wikipedia.
Imagen:
Virgen en el trono con el Niño, ángeles y santos, tabla central de la cara anterior de la Maestà
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