El IDIOMA LADINO
Los sefardíes, descendientes de los judíos expulsados de España en 1.492, no han olvidado el castellano de sus antepasados. Lo siguen hablando y le han incorporado 'préstamos' de los idiomas de los diferentes países del exilio.
A este español de finales del siglo XV se han ido sumando palabras del turco, portugués, hebreo, francés o italiano. La lengua ha evolucionado y la verdad es que lucha para sobrevivir.
Se calcula que 150.000 personas pueden expresarse en ladino en el mundo. En general, el judeoespañol es hablado en el seno de pequeñas comunidades sefardíes, sobre todo por personas de edad avanzada.En Israel se estima que hay alrededor de 100.000 hablantes de ladino, con mayor o menor dominio de la lengua. En Turquía, de donde es originaria la segunda comunidad sefardí después de la de Israel, aproximadamente 15.000 personas lo conocen.
Con el paso del tiempo, el español medieval de los judíos sefardíes ha cambiado, adaptándose al idioma del país donde se instalaron las diversas comunidades cuando huyeron de España (Sefarad). No obstante, su estructura idiomática ha atravesado los siglos. Se ha aprendido y hablado en los hogares, donde ha sido instrumento para transmitir de una generación a otra tradiciones ancestrales, literatura oral, vocabulario gastronómico y canciones. En los diferentes países de la diáspora sefardí la evolución del idioma y sus mecanismos de sobrevivencia han sido semejantes. Los mismos dispositivos lo han preservado en América Latina.
Para algunos especialistas la desaparición del ladino es inevitable. Argumentan que no se transmite como lengua viva desde hace por lo menos dos generaciones y que el olvido, parcial o total, juega en su contra. Sin embargo, aún es una lengua viva.
En 1997, Israel creó la Autoridad Nacional del Ladino, a fin de contrarrestar esta dinámica con el apoyo financiero de su estudio y conservación. Lo que ha determinado una cierta revitalización del idioma. Hasta se han traducido grandes clásicos de la literatura universal al ladino. El objetivo es que forme parte de la identidad de Israel.
En Israel existe un programa diario de 15 minutos en judeoespañol y una revista en ladino, 'Aki Yerushalayim', de frecuencia semestral, que hasta hace cinco años era la única en el mundo.
Hoy, un sistema de becas estimula su estudio, en cursos impartidos en cuatro universidades de Israel. A ellas acuden sefardíes, deseosos de aprender el idioma de sus abuelos, pero también estudiantes y niños.
JM