LA REALIDAD OCULTA
LA CATEDRAL DE MALLORCA, EL TEMPLE Y LLULL
José María Ibáñez y María José Llodrá
Cuando Jaime I el Conquistador se disponía a conquistar Mallorca, una fuerte tormenta estuvo a punto de acabar con su vida. En aquel difícil momento el rey prometió que de salir indemne, contruiría en la ciudad una iglesia en honor de la Madre de Dios. Así se erigió la catedral de Mallorca, la Seu, un templo de tres puertas donde reina la armonía.
El primer miércoles de septiembre de 1229, Jaime I el Conquistador, el frente de un ejército de dieciseís mil hombres y una flota de más de ciento sesenta naves, partió de los puertos catalanes de Salou, Cambrils y Tarragona a la conquista de Mallorca, movido por el deseo de poseer, un regne dins la mar (un reino dentro del mar). Los cronistas de la expedición cuentan que la noche del día siete, cuando ya divisaban tierras mallorquinas, se levantó un fuerte temporal. En medio del fragor de la tormenta, el monarca, arrodillado en la popa de su galera, pidió a Santa María que le librara, "de esta pena y peligro en que me encuentro yo y quienen conmigo vienen". La tradición añade que Jaime I, durante aquellos trágicos momentos, hizo el voto solemne de construir un templo bajo la advocación de la Madre de Dios si superaban tan difícil situación.
HISTORIA DE PALMARIA
La ciudad de Palma, actual capital de la isla de Mallorca, fue fundada por los romanos, que la bautizaron con el nombre de Palmaria. La isla, a partir del siglo V, se ve envuelta en una oleada de distintas invasiones y dominaciones, hasta el desembarco de los árabes en el año 903. Los musulmanes contribuyeron a que Mallorca recuperase toda la prosperidad de la época romana y la incorporaron al califato de Córdoba. A partir de entonces, la ciudad de Palma comenzó a denominarse Medina Mayurca. Con la desmembración del califato de Córdoba, Mallorca pasa a depender de Denia, si bien la anexión dura muy poco y pronto acaba por declararse independiente. A continuación, se viven años de piratería e innumerables conflictos, en el transcurso de los cuales los árabes realizan periódicas a las costas catalanas. Ante tales hostigamientos, Ramón Berenguer III, conde de Barcelona, decide atacar la isla, aunque finalmente no le queda otra opción que la de retirarse ante la llegada de una expedición almohade. Mientras tanto, entre bastidores, ya se estaba gestando la conquista definitiva de la isla.
JAIME I: EL REY TEMPLARIO
Jaime I nació en la población francesa de Montpellier el 2 de febrero de 1208. Hijo de Pedro II y María de Montpellier, heredó el trono de Aragón a los cinco años de edad. Los templarios acogieron al pequeño heredero por orden de papa Inocencio III, y también por el deseo ecpreso de su madre. Lo hicieron en primer lugar en su casa de Barcelona, y después en el castillo de Monzón "... allí aprendió a ser un Caballero, un Templario... el rey más grande...". En el año 1211 contrajo matrimonio con Leonor de Castilla, hija de Alfonso VIII. Durante los primeros años de su reinado sometió a la nobleza y seguidamente emprendió una serie de campañas contra los musulmanes, conquistando Mallorca en 1229, Menorca en 1231 y Valencia en 1238. En el año 1235, anulado su primer matrimonio por razón de parentesco, se casa con Violante de Hungría, hija del rey de Hungría Andrés II.
Pero siete años antes (1228), en la ciudad de Tarragona y en casa de Pere Martell, Jaime I y un grupo de prohombres catalanes sientan las bases para la conquista definitiva de Mallorca. Podemos afirmar que los Templarios fueron quienes planearon, dirigieron y ejecutaron la conquista de Mallorca. Como prueba tenemos la donación a la Orden del castillo, el barrio judío y la tercera parte de la ciudad de Palma, además de distintos enclaves diseminados a lo largo y ancho de la isla, entre ellos los de Pollensa y Alcudia, en la zona norte del reino de Mallorca.
LA SEU
En el año 1230, inmediatamente después de la conquista de Mallorca, el monarca, cumpliendo su promesa, ordena el inicio de los trabajos de construcción del nuevo templo. Considerada como una de las joyas del arte gótico, en pleno casco antigüo de la ciudad, se alza majestuosa la Seu (la catedral es el lugar donde el obispo tiene su cátedra y su sede, de ahí el nombre de la Seu). La Seu consta de tres grandes puertas: la del Mirador, antiguamente denominada de los apóstoles, que destaca por su ornamentación geométrica y vegetal, donde se puede observar una imagen del Creador rodeado de ángeles y una escena de la última cena, con San Juan durmiendo sobre el hombro de Jesús; la puerta Mayor; apoyada a la fachada principal por cuatro columnas y dedicada a la Virgen María así como a personajes y símbolos bíblicos; y la puerta de L´Almoina, junto a la torre del campanario, adornada tan sólo con la imagen de la Inmaculada Concepción. En la fachada podemos vislumbrar los contrafuertes, pináculos y la gran variedad de gárgolas, que además de ser las encargadas de la eliminación de las aguas, simbolizan la expulsión de los malos espíritus en los recintos sagrados.
EL ROSETÓN DAVÍDICO
Cabe destacar el gran rosetón que preside en templo.Consta de 1236 cristales y forma una estrella de David de 11,5 metros de diámetro. Dos veces al año, en los primeros días de febrero y a mediados de noviembre, si el tiempo lo permite, el Sol penetra a través de él proyectándolo con todo su esplendor sobre el muro opuesto. Como anécdota, debemos añadir que este magnífico rosetón ha tenido que ser reconstruido en tres ocasiones, y en todas ellas los trabajos de restauración han tenido una duración de diez años.
El interior impresiona por sus amplias y armoniosas proporciones. Consta de tres espaciosas naves con columnas octogonales de cuarenta y cuatro metros de altura. Al fondo destaca la Capilla Real o Mayor, donde se encuentra la cátedra del obispo. En ella fueron coronados los reyes Jaime III, Sancho y Pedro el Ceremonioso. En el centro de la capilla descansa la mesa del altar, rodeado por cuatro columnas que son culminadas, cada una de ellas, por un ángel con un instrumento musical.
Al fondo del coro, un poco más elevada, se levanta la Capilla de la Trinidad, antigua tribuna de los reyes de Mallorca y ahora panteón de dichos reyes, donde descansan los restos de Jaime II y Jaime III. Además de las capillas mencionadas, existen otras dieciseís, ocho en cada nave lateral, más dos de menor tamaño abiertas en la fachada principal. Entre ellas, la de la Virgen de la Corona, que se dice fue patronato de la familia de Ramón Llull.
RECUADROS FUERA DE TEXTO:
RAMÓN LLULL, EL DISOLUTO ARREPENTIDO: Los padres de Ramón Llull formaban parte de la burguesía barcelonesa. El linaje familiar era Amat, siendo Llull el sobrenombre que pasó a ser utilizado como patronímico. Su padre, Ramón Llull, casado con Isabel d´Erill, participó activamente en la expedición de Jaime I que conquistó Mallorca en diciembre de 1229. Los Llull, como recompensa, recibieron algunas casas en la ciudad de Palma y varias porciones de tierra en distintos puntos de la isla. En 1232, poco después de que sus padres se establecieran en Mallorca, nació Ramón Llull. En 1257 Ramón se casó con Blanca Picany, que pertenecía a otra de las familias llegadas a Mallorca tras la conquista. De esta unión nacerían dos hijos: Domingo y Magdalena. Pero su matrimonio no impidió que siguiera llevando una vida disoluta, entregado a los placeres de la carne y a la riña callejera. En el transcurso del año 1265 sufre una crisis espiritual y decide abandonarlo todo para dedicarse a la misión de convertir a los infieles. Para ello se encerró durante nueve años, dedicando todo el tiempo al estudio de la lengua árabe y a las Escrituras. En 1275, con el beneplácito de Jaime II, funda en Miramar (Mallorca) un convento en el que durante diez años enseñó filosofía y árabe a los futuros misioneros. Además, viaja por toda Europa para convencer a principes y prelados de la necesidad de convertir a los infieles. Su mayor pretensión era la creación de una nueva orden militar que fusionara las órdenes del Temple y del Hospital.
ENCLAVES TEMPLARIOS EN MALLORCA
Ciudad de Palma: Después de la conquista de Mallorca, el Temple fundó su sede social en Ciutat, desde donde dominó sobre un amplio territorio de la isla. El Castell des Templers estaba pegado a la muralla. En la misma zona, que fue conocida como Partida Templi, se halla enclavada la basílica de Sant Francesc, donde reposan los restos de Ramón Llull y la iglesia de Santa Eulalia que perteneció a las logias de canteros protegidas por el Temple, donde todavía se pueden apreciar muchos de sus símbolos y piedras funerarias. Se habla también de la existencia de un túnel que unía la casa de los templarios con el palacio de la Almudaina.
Santuario de Lluc: Enclave sagrado de la patrona de la isla: la Virgen de Lluc. Restos templarios los encontramos en el bafomet de la entrada al claustro.
Llucmajor: Enclave que nos recuerda en sus orígenes a la divinidad Luc. La zona tiene como centro neurálgico la montaña de Randa (Puig de Randa), donde en uno de sus tres santuarios, concretamente en el de Cura, se retiró Ramón Llull para alcanzar su iluminación.
Pollensa: Cerca de la plaza se encuentra la iglesia templaria de Santa María dels Angels. Toda la vertiente derecha del barrio perteneció a los templarios.Allí da comienzo la escalera que sube al calvario y que aún conserva el nombre de Puig del Temple. Al final aparece una ermita que, a pesar de sus reformas, muestra en el interior su verdadera procedencia.
Alcudia: En esta localidad se encuentra la Cova de Sant Martí, a la que se accede tras el descenso de una escalera deteriorada. Esta cueva, al parecer, ejercía las veces de santuario subterráneo y secreto.
Santuario de Lluc: Enclave sagrado de la patrona de la isla: la Virgen de Lluc. Restos templarios los encontramos en el bafomet de la entrada al claustro.
Llucmajor: Enclave que nos recuerda en sus orígenes a la divinidad Luc. La zona tiene como centro neurálgico la montaña de Randa (Puig de Randa), donde en uno de sus tres santuarios, concretamente en el de Cura, se retiró Ramón Llull para alcanzar su iluminación.
Pollensa: Cerca de la plaza se encuentra la iglesia templaria de Santa María dels Angels. Toda la vertiente derecha del barrio perteneció a los templarios.Allí da comienzo la escalera que sube al calvario y que aún conserva el nombre de Puig del Temple. Al final aparece una ermita que, a pesar de sus reformas, muestra en el interior su verdadera procedencia.
Alcudia: En esta localidad se encuentra la Cova de Sant Martí, a la que se accede tras el descenso de una escalera deteriorada. Esta cueva, al parecer, ejercía las veces de santuario subterráneo y secreto.
ESTE ARTÍCULO SE PUBLICÓ EN EL MONOGRÁFICO "LOS MISTERIOS DE LAS CATEDRALES: ENTRE LA ALQUIMIA Y LOS TEMPLARIOS" DE LA REVISTA MÁS ALLÁ DE LA CIENCIA (Nº 47, FEBRERO DE 2005)
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