martes, 29 de enero de 2019

LOS TEMPLARIOS Y EL NÚMERO SAGRADO O DE ORO

LOS TEMPLARIOS Y EL NÚMERO SAGRADO O DE ORO
Es de suponer que Hugo de Payns o Paganis, un noble ya maduro originario de la Champaña francesa o de Cataluña, según últimas investigaciones, cuando conjuntamente con Saint-Omer asume la fundación de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo en el corazón de Tierra Santa, Jerusalén, no hace más que llevar a la práctica un mandato de la mente más preclara de la Edad Media, Bernardo de Claraval. 

Tal vez, es cierto, en "dualidad", figura luego tan típica del Temple, con Esteban de Harding. 

Se ha dicho de Bernardo que habia sido el último druida y que todo el saber del santo conocimiento, se le concedió trás haber bebido tres gotas de leche de una Virgen Negra. Existe un cuadro del artista Alonso Cano, que puede verse en el Museo del Prado de Madrid. 

Esta tradición puede ser tomada literalmente, pero también puede ser interpretada, desde una visión alquímica. En el argot hermético de los alquimistas, la "leche de la Virgen" designa al agua mercurial, base indispensable para la obtención y fabricación de la piedra filosofal. Así el famoso alquimista Basile Valentín, dirá "Cuando la piedra está hecha y preparada con verdadera leche de la Virgen, toma una parte de ella y hace puro y excelente oro". Bajo esta nueva óptica podemos interpretar que el gran Santo había hecho al menos la excelsa preparación interior del alquimista que le había permitido lograr transformar su esencia en el más noble de los metales, el oro,entendiéndose todo ello en un sentido espiritual. 

Resulta además curioso,como ya hemos hablado en el grupo más de una vez, que los Pobres Compañeros de Cristo reciban, como cesión de Balduino II de Jerusalem a su vasallaje, la autorización para alojarse en las ruinas de lo que fueran las caballerizas del Templo de Salomón. 

La verdad, es que las ruinas de unas caballerizas pertenecientes a un templo en ruinas, no era un lugar muy adecuado para hospedar a unos caballeros. por ello debemos pensar que Balduino segundo estaba al tanto de su misión e intenciones y colaboro con las mismas. Su establecimiento en el templo, por el que entre otros temas después fueron llamados templarios, permite que los nueve caballeros, lejos de hacer de Policía de caminos, se dediquen durante nueve años, a una exhaustiva investigación y búsqueda, saliendo a la luz, entre las cosas, la enorme caballeriza de Salomón que podía alojar 2000 caballos o 1500 camellos. 

La búsqueda es incesante durante más de 3000 días, el tiempo que allí permanecen en soledad y absoluta posesión de las ruinas del Templo. No sabemos a ciencia que encontraron. Si como dicen algunos, encontraron el Arca de la Alianza o las Tablas de la Ley. 

Lo que sí podemos asociar es que tras nueve años después de su parcial regreso a Europa, el abate Suger,amigo entrañable de Bernardo, en 1137 se sumerge en la reconstrucción de la abadía de Saint-Denis, siendo el nacimiento de un estilo arquitectónico desconocido hasta entonces, el gótico. Este nuevo estilo, permite la construcción de techos y bóvedas mucho más altas, en Iglesias y Catedrales. 

Por contra se hace innecesario el gran espesor de los muros de las construcciones anteriores. Mucha más altura, grandes vidrieras y rosetones son ahora sustentados con muros más delgados. Qué es lo que encuentran los templarios y que permite esta revolución en la geometría y la arquitectura? Tal vez se trate del "Número Sagrado o Número de Oro", ya conocido por egipcios y griegos (pitagóricos), luego encontrado por los templarios y más tarde empleado por Leonardo, en su representacion del hombre de vitruvio. Antes de intentar su explicación, dejaremos en claro algunos equívocos. No nos referimos al Número áureo, entendiendo por tal al ciclo lunar de 19 años en el que las fases de la luna se vuelven a suceder en los mismos días del año. Descartamos asimismo el número 1,666 dado como Número Sagrado por algunos autores. El Número Sagrado o de Oro es 1,618 y su derivado el Triángulo de Oro fue utilizado por los egipcios en la construcción de la pirámide de Keops o Cheops. 

Si hacemos una sección de la misma, si la base es =1, la hipotenusa es = 1,618 y la altura =1,272006 = raíz cuadrada de 1,618. Esa relación fue utilizada asimismo por las Compañías del Santo Deber, las compañías de constructores dependientes del Temple en las construcciones de Catedrales, iglesias, castillos, fortalezas, encomiendas..... Si hilamos un poco más fino podemos ver que la tangente del ángulo que tienen las caras de la pirámide de Keops, que es casi 52 grados, justamente es 1,273, con lo que podemos imaginar que los que construyeron las pirámides – y nuestros templarios- conocían las medidas de la Tierra. Podríamos ir aún má sallá y tratar de encontrar una relación terráquea. El diámetro de nuestra Tierra es aproximadamente de 12.720 Km., lo que dividido por 10.000 nos da 1,272, que como dijimos es la raíz cuadrada del Número Sagrado. Casualidad o no, la altura del Montsalvage, de triste historia en la Cruzada contra los Cátaros y donde se dice estaba guardado el santo Grial, es precisamente de 1.272 m. El Número Sagrado es además la relación entre la superficie del círculo y la superficie de un cuadrado cuyo lado sea igual al diámetro del círculo.También es el que corresponde a la relación entre el lado de un pentágono y una diagonal cualquiera. Por otro lado si multiplicamos la raíz del Número de Oro por 2 nos da exactamente la medida de la pulgada en centímetros. En el ámbito de las dimensiones y proporciones humanas; la altura total dividida por la distancia del ombligo al suelo o también el largo total del brazo hasta la punta del dedo medio dividido por el largo de antebrazo hasta la punta del dedo medio arroja similares resultados ( = 1,6), equivalentes al Número de Oro. Algún tiempo después de la presencia en descubierta de los templarios, un matemático de nombre FIBONACCI – e ignoramos si era templario encubierto- elaboró una serie de números: 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34,55, 89, 144, 233, 377, 610, 987, etc. 

La serie surge de la suma de dos números, obteniendo así el tercero; por ej.: 1+2=3; 233+377=610, etc. Ahora bien, si nosotros a esa suma de dos números así obtenidos, lo dividimos por el último número sumado, nos da otro número que en la medida que aumentemos en la serie tiende cada vez más a acercarse al 1,618. Parece ser que un productor de conejos hizo una proyección de cual sería su producción partiendo de una yunta y el resultado coincide con la serie. 

También podemos referirnos al número de Posnansky, que habría sido utilizado por los indígenas americanos, en la construcción de los monumentos de Tiahuanacu y cuyo valor sería 1,6151, muy próximo al 1,618 y con despreciable diferencia estadística. Todas estas relaciones en nada extrañarán a los iniciados en los conocimientos pero entendemos que serán útiles para aquellos que se encuentran en un momento psico-espiritual receptivo, en que sus ojos se abren y sus oidos están dispuestos a escuchar. Refirman, en todo caso, la vieja divisa del Temple: Non Nobis Domine, Non Nobis, Sed Nomine Tuo da Gloriam.

Resumen: V. M. M.
Autores:
Fr Horacio A. Della Torre y Guillermo Amadeo Dixon.

VMM