18 DE MARZO DE 1229
FEDERICO II SE AUTOPROCLAMA REY DE JERUSALÉN
(Hace 790 años)
Efemérides del día (Nº 274) – 18 de marzo de 1229: en Jerusalén (Palestina) ―en el marco de la Sexta Cruzada―, Federico II, del Sacro imperio romano se declara a sí mismo rey de Jerusalén.
Ya el papa Honorio III había ordenado a Federico que fuera a las Cruzadas como penitencia. El emperador había aceptado, pero había ido demorando la partida, lo que le valió la excomunión en 1227. El nuevo papa, Gregorio IX, mucho menos condescendiente que el débil Honorio III, llegó a calificar a Federico de Anticristo, y predicó un infructuosa cruzada contra él, que fue rechazada de lleno por el resto de monarcas europeos, al considerar que, aunque excomulgado, Federico seguía siendo cristiano. La ruptura con el papado era evidente, y las acciones de Federico en Sicilia lo confirmaban. En 1225 Federico había contraído de nuevo matrimonio, esta vez con Yolanda de Jerusalén, heredera al trono del Reino de Jerusalén. A fin de hacer valer los derechos de su esposa, consiguió deponer al entonces rey titular Juan de Brienne y ser reconocido él mismo como Rey de Jerusalén a partir de 1225.
Pese a ello, Federico, que nunca dispuso de un gran número de tropas, no se decidía a marchar a Tierra Santa. Cuando Gregorio IX lo excomulgó en 1227, había amagado con partir hacia Palestina, pero había cancelado su expedición en último momento aduciendo haber caído enfermo, algo que no convenció al Papa. Finalmente, aprovechando un momento de debilitamiento del poder musulmán en Oriente Próximo, Federico partió hacia Palestina en 1228 sin la bendición papal. Este acto fue visto por el papado como una provocación, pues se realizaba sin su consentimiento y por parte de un excomulgado; por todo ello, lo volvió a excomulgar.
En Tierra Santa, el sultanato egipcio ayubí (fundado por Saladino) se encontraba una posición política comprometida: sus parientes y rivales de Siria y Mesopotamia amenazaban con una guerra, por lo que consideraba peligroso comenzar una nueva contienda con las potencias occidentales. Por ello, Federico, con un reducido ejército, consiguió reconquistar Chipre, que se encontraba en un estado de anarquía tras el colapso del poder cruzado. En Tierra Santa, y gracias a la ayuda de su consejero, el maestre de la Orden Teutónica, Hermann von Salza, firmó una tregua de diez años con el sultán ayubí Al-Kamila, cambio de la posesión, en realidad, de modo nominal, de los Santos Lugares Cristianos, entre ellos Nazaret, Belén y Jerusalén, exceptuando los lugares santos para el Islam. Tras firmar un armisticio de diez años con el sultán, fue coronado rey de Jerusalén el 18 de marzo de 1229.
Esto, de nuevo, fue una provocación para el papado, puesto que, en el ínterin, su esposa y legítima reina, Yolanda, había muerto, dejando el reino a su único hijo, Conrado. Así, Gregorio IX no respondió a estos éxitos con la absolución de Federico, sino que declaró que las acciones del emperador en Tierra Santa no podían calificarse como guerra santa al continuar estando excomulgado, y procedió a liberar a los cruzados del voto de obediencia al Emperador. Los logros de Federico II en Tierra Santa fueron bastante precarios, y dependían más de la coyuntura política árabe que del poderío cristiano; no pudo evitar los enfrentamientos entre las Órdenes Militares y los barones locales, ni entre venecianos y genoveses, que asolaban la costa de oriente próximo (…)
Fuente:
Wikipedia.
Imagen:
Federico II negocia con Al-Kamil.
De Anónimo - [1] for first small image with multiple persons. Source: [2] for second uploaded image with larger closeup on the Emperor and the Sultanuploaded to en by Chris 73, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=176234
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