28 DE ABRIL DE 1503
EN LA BATALLA DE CERIÑOLA, EL GRAN CAPITÁN DERROTA AL DUQUE DE NEMOURS
(Hace 516 años)
Efemérides del día (Nº 315) – 28 de abril de 1503: en la Batalla de Ceriñola, el Gran Capitán derrota al duque de Nemours.
La batalla de Ceriñola (28 de abril de 1503) fue un enfrentamiento bélico ocurrido entre las tropas francesas y españolas, con victoria de estas últimas, durante la segunda guerra de Nápoles, en lo que hoy es la ciudad de Cerignola (provincia de Foggia, en la Apulia), en aquel entonces una pequeña villa sobre un cerro y protegida por un foso y un talud levantado por las tropas españolas allí acantonadas. Ceriñola marca el inicio de la hegemonía que España impuso en los campos de batalla europeos hasta las derrotas de Rocroi en 1643 y la derrota en la batalla de las Dunas (o batalla de Dunkerque), que sucedió el 14 de junio de 1658.
Una de las características más sorprendentes de la batalla, fue la extrema rapidez con la que se desarrolló. Desde la primera carga francesa hasta la rendición, apenas transcurrió una hora.
El Gran Capitán, conocedor del entusiasmo de los franceses por las cargas de caballería, ideó una estratagema que consistía en provocar una carga y atraer la caballería francesa hasta el alcance de la artillería y los arcabuceros españoles, para infligir desde el primer momento el mayor daño posible al enemigo con el mínimo coste. De este modo, cuando la tarde empezaba a caer, la caballería española salió a campo abierto y simuló una carga contra los franceses.
Tras una breve escaramuza, los españoles fingieron la retirada, perseguidos por la caballería pesada francesa, que antes de llegar al foso y el talud, se encontró inesperadamente con las trincheras de vanguardia en las que se agazapaba parte de los arcabuceros, que inmediatamente abrieron fuego, al igual que hizo la artillería. Esto provocó un retroceso momentáneo de la caballería francesa, que se lanzó entonces en paralelo al talud y hacia la izquierda, tratando de buscar una vía de entrada a los parapetos del flanco derecho español. Durante este recorrido, la caballería francesa fue destrozada por el fuego de los arcabuceros españoles, muriendo en ese momento el duque de Nemours, que fue alcanzado por tres disparos.
Todo el Ejército francés se lanzó entonces a la batalla, emplazando su artillería en vanguardia de la infantería, y disponiéndose los tres grandes bloques restantes en posición diagonal con respecto al foso y al talud que protegían a las tropas españolas.
En plena batalla, la artillería española quedó inutilizada al explotar accidentalmente toda la pólvora. El Gran Capitán, testigo del desastre de su artillería arengó inmediatamente a sus tropas diciendo «¡Ánimo! ¡Estas son las luminarias de la victoria!¡En campo fortificado no necesitamos cañones!»
La infantería francesa entabló combate entonces con las tropas españolas, pero fueron diezmados por el fuego incesante de los arcabuceros. El jefe de los piqueros suizos, Chadieu, cayó también muerto. Cuando la proximidad de la infantería francesa fue demasiado peligrosa para los arcabuceros, el general español les ordenó retirarse a la vez que ordenaba avanzar a los piqueros alemanes, que se enfrentaron en combate cerrado a los suizos y gascones, rechazándolos finalmente.
Por último, y ante el desastre francés, el Gran Capitán ordenó a todas sus tropas abandonar las posiciones defensivas y lanzarse al ataque. La infantería francesa fue rodeada entonces por los ballesteros, arcabuceros, coseletes y por la caballería pesada española, sufriendo un gran número de bajas. La caballería ligera española se lanzó a su vez contra la caballería ligera francesa, al mando de Yves d'Allegre, que se vio obligado a huir. Ante esta circunstancia, la caballería ligera española también cargó contra la infantería francesa. Las tropas francesas, ante el tremendo castigo que estaban sufriendo, acabaron por rendirse.
Durante la batalla, los arcabuceros españoles efectuaron un total de unos 4000 disparos.
Fuente:
Wikipedia.
Imagen:
El lienzo muestra a Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515), conocido como "el Gran Capitan", contemplando el cadáver del Duque de Nemours, comandante del ejército francés en la batalla de Ceriñola, en la que el ejército francés resultó derrotado y el Duque de Nemours perdió la vida.
De Federico Madrazo - [2], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=19750247
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