PROYECTO TRITICUM
PLANTAS MEDICINALES
LA MANDRÁGORA
(Mandragora autumnalis)
PLANTAS MEDICINALES
LA MANDRÁGORA
(Mandragora autumnalis)
En la edad media sus utilidades eran muchas y variopintas, por ejemplo se utilizaba para aullentar a las “fieras” y por eso se plantaba alrededor de las casas, también para aullentar a los malos espíritus o para realizar ritos amorosos. La mandrágora también era utilizada para tratar la infertilidad. Estos son solo algunos de los poderes atribuidos a la mandrágora, pero también se conocía como la planta que podía convertir cualquier cosa en invisible, o que hacía morir a los perros o ayudaba a encontrar tesoros. Por estas creencias populares, una sola raíz de mandrágora costaba el sueldo de un año a cualquier campesino en la Edad Media.
La mandrágora es una especie de fanerógama perteneciente a la familia de las Solanáceas, que fue usada extensamente en Europa medicinalmente. Sus raíces han sido usadas durante la historia en rituales mágicos, ya que sus bifurcaciones tienen cierto parecido a una figura humana.
Las raíces son gruesas y habitualmente se ofuscan. El tallo es de color verde oscuro; hojas anchas y con una superficie rugosa, y tienen el mismo color del tallo. Las flores salen del centro, y son de color blanco violáceo. La planta alcanza una altura de unos 30 cm, y suele encontrarse en zonas sombrías y húmedas, donde no da mucho el sol. El fruto sale en otoño, tiene color amarillo o naranja, y aspecto similar a una manzana. Su ingesta puede producir alucinaciones
Esta planta crece en bosques sombríos, a la vereda de ríos y arroyos donde la luz del sol no penetra. Su raíz es gruesa, larga, generalmente dividida en dos o tres ramificaciones de color blancuzco que se extienden por el suelo; sus hojas son de un tono verde oscuro; sus flores son blancas, ligeramente teñidas de púrpura; el fruto es parecido a una manzana pequeña y exhala un olor fétido.
La mandrágora es una planta que contiene “atropina”, la atropina, administrada en pequeñas dosis, adormece, pero por el contrario, en grandes dosis, estimula hasta el punto de provocar alucinaciones, quizá por eso en la Edad Media se decía que era una planta que “adormece el primer día y vuelve loco el segundo”.
En la antigüedad era la planta de las brujas y hechiceros por excelencia.
Se decía que era una raíz que adoptaba forma humana y gritaba ates de ser arrancada, por eso los buscadores de mandrágora se tapaban los oídos con cera. La raíz de la mandrágora suele ramificarse en 2, y en realidad, muchas veces sus raíces parecen piernas. Su flor es blanca y morada y su fruto es como una manzanita que huele muy mal al abrirse.